Bienvenidos
En marco del Día Mundial del cuidado de la piel
la cual se celebra esta 25 de agosto,
El Subprograma de Ingeniería en Producción
Animal Tinaquillo te invita a:
Aprender a cuidar la piel de tus mascotas
(perros y gatos):
Tanto perros como gatos tienen necesidades
específicas en torno al cuidado y la salud de la piel, en ambos casos, la clave
para que estén saludables es brindarles el mayor cuidado tomando en cuenta
varios aspectos, que van desde los baños y la alimentación hasta los productos
que le aplicamos, para que la mascota se vea bien y se sienta aún mejor.
Existen muchos mitos alrededor del cuidado de los perros y gatos, pero existen algunos que pueden llegar a ser nocivos para ellos, así que te hablamos un poco de los cuidados inapropiados de la piel de las mascotas.
Muy pocas personas caen en cuenta de que la
piel de la mascota es el órgano más grande del cuerpo. Este se encarga de
proteger su delicada estructura interna, además de aislarlo de las condiciones
climáticas, por lo tanto, es fundamental mantenerla saludable.
¿Cómo está conformada la piel?
La piel de los mamíferos peludos está, en la
mayoría de los casos, formada por una capa superficial compuesta por cientos de
miles de células muertas. Bajo esta capa se encuentra la capa interna, que es
donde se encuentran elementos importantes de los sistemas nervioso y
circulatorio, como lo son los vasos o las terminaciones nerviosas.
En la mayoría de razas la piel se encuentra
recubierta con pelo, siendo este importante, pues es la principal protección de
la mascota contra el frío o el sol directo. El pelaje sano, además revela una
buena alimentación y un estado de salud óptimo.
Se pueden distinguir dos clases de pelo en los
perros y gatos:
El primer tipo es el que forma el manto interno, que es una
capa corta y lanosa (en algunos casos es más gruesa para impermeabilizar al
animal).
El otro es más largo y grueso, formando el manto
externo.
La piel de las almohadillas de las patas, así
como la de la trufa (nariz), es diferente al resto del cuerpo. Las patas del
perro están diseñadas para proteger y separar al animal del suelo, por lo tanto,
será más gruesa.
La piel de la trufa está en constante contacto con la mucosa nasal,
esta es suave y permanece húmeda para captar mejor los olores que se encuentran
en el ambiente.
Además del pelo, la piel también manifiesta
algunas señales de enfermedad, ya sean directamente en ella o como un síntoma
secundario de algún problema interno.
Sin embargo, cuando se trata del cuidado de la
piel, muchas veces se usan algunas estrategias que terminan no siendo del todo
buenas para tu mascota.
Cosas que no debes hacer al cuidar la piel de
tu mascota:
*Algo que comúnmente hacen las personas es no
secar al perro o gato apropiadamente. Cuando bañes a tu mascota debes
asegurarte de que su manto interno se seque bien, de lo contrario el exceso de
humedad puede generarle hongos en la piel o mal olor.
* No usar productos especializados para perros o
gatos es otro error común que cometen algunos cuidadores, y esto puede acarrearles
problemas. La piel de ellos casi no tiene glándulas sudoríparas, sino que
tienen unas glándulas que producen un aceite que debe ser eliminado cada cierto
tiempo, pero además los productos especializados estimulan las glándulas para
que no produzcan tanto de esta grasa, que es la que genera el mal olor.
* Bañar a tu mascota muy seguido puede acarrear
una sobre estimulación de la producción de grasa, lo que significará más mal
olor. Se recomienda bañarlos una vez al mes. Es mejor que lo cepilles y uses
polvos para baño en seco.
*Los perros y gatos deben cepillarse con
frecuencia, pero en ocasiones los cuidadores lo hacen de manera brusca, en
especial cuando el pelo está enredado, generando además de dolor, que la
mascota tenga miedo del cepillado.
* Usar un producto diferente al habitual. La piel
de los perros es muy sensible y utilizar productos distintos a los que siempre
utilizas podría causar erupciones.
Si tu mascota es de una raza sin pelo lo mejor
es que le apliques protector solar. El sol puede generarle llagas y quemaduras
en la piel, pues está completamente expuesta.
Acude al veterinario
Cuando la barrera cutánea resulta dañada
aparecen ciertos signos que deben llamar la atención: piel seca o descamada,
manto deslucido, pelos que se caen, áreas enrojecidas, excesiva picazón u olor
desagradable.
Una higiene adecuada y la visita regular al
veterinario, ayudarán a detectar en forma temprana alteraciones en la piel y
corregirlas a tiempo.